Pensamiento computacional, aplicación universal
El pensamiento computacional nace con los científicos de computadoras pero se aplica a todo.
Julio González - spaces.smartla.net
-Instructor Certificado EV3 nivel Gold por Carnegie Mellon University’s Robotics Academy
Todo ser humano al desarrollar el pensamiento crítico, relativo a lo que ya existe, al igual que el pensamiento creativo, orientado hacia lo que aún no existe, involucra actividades cerebrales que pasan por la conceptualización de problemas y su posterior resolución. Para ello realiza actividades mentales que incluyen la inducción y la deducción, la identificación o la definición de relaciones, la búsqueda de patrones, la imaginación de situaciones, y muchas otras actividades mentales de orden superior.
Todas las actividades mentales orientadas hacia el pensamiento crítico y creativo sirven al ser humano para enfrentar situaciones no sólo académicas sino también situaciones de vida personal o social. Entonces se evidencia que habilidades complejas como la claridad lógica y matemática, el manejo e interpretación de datos, el pensamiento holístico, la elaboración de modelos mentales, la resolución de problemas, y un largo etcétera…, no son sólo para profesionales de la Ciencia y la Tecnología, sino que tienen aplicación universal: ¡Son clave para resolver los problemas del mundo! ¡Son fundamentales para que cada persona sea exitosa!
Sin embargo, aunque la capacidad del ser humano para desarrollarse le es propia e innata, su capacidad se optimiza al facilitar las condiciones para este fin. Algunas condiciones favorables incluyen introducir al individuo en ambientes colaborativos, donde se viven procesos enseñanza-aprendizaje debidamente supervisados y guiados por otros individuos con más experiencia, y donde estos procesos involucran disfrutar del mismo proceso y no sufrirlo. Estos ambientes amigables se encuentran en las Academias: Academias de música, Academias de actuación, Academias de idiomas, y más recientemente ¡Academias de robótica! En todas ellas se aplica cotidianamente las ideas que el pensamiento computacional promueve.
La “Robótica Educativa” desarrolla el “Pensamiento Computacional” para su aplicación universal desde espacios lúdicos como las “Academias de Robótica”.
Al revisar publicaciones especializadas se encuentra que el pensamiento crítico-creativo debe desarrollarse para formar seres autónomos. Su importancia en la educación es evitar la linealidad y la unilateralidad en la resolución de problemas, complementando las habilidades analíticas, creativas y prácticas.
Este pensamiento desarrollado por un individuo particular se desarrolla mejor al ponerse en contraste con los pensamientos desarrollados por otros individuos, valorando y respetando cada pensamiento individual pero apuntando hacia la construcción del pensamiento colectivo. De allí la importancia de los equipos de trabajo en ambientes laborales y académicos, frecuentemente moderados por una persona con más experiencia en el tema.
La potencialidad de los espacios lúdicos es tal, que en ciudades con altos índices de violencia y desocupación juvenil se ha encontrado que la simple disposición de tales espacios ayuda a reducir los índices mencionados. Complementariamente, si además de constituirse como espacios lúdicos se orientan hacia la productividad, los beneficios obtenidos son sostenibles a largo plazo. En algunas ocasiones a estos espacios se les llama “Academias”, en las ocasiones en que la formación suele ser tecnológica se acostumbra llamarlos “Hacklabs” o “Hackspaces”, en muchos ámbitos simplemente se les denomina “Clubes”.
Y para aquellos niños y jóvenes que tienen la fortuna de pertenecer a familias integradas, sin problemas de violencia ni desocupación, las Academias son excelentes complementos a la formación integral que los padres buscan para sus hijos, formando el Pensamiento Computacional de manera lúdica y eficaz.
Todas las actividades mentales orientadas hacia el pensamiento crítico y creativo sirven al ser humano para enfrentar situaciones no sólo académicas sino también situaciones de vida personal o social. Entonces se evidencia que habilidades complejas como la claridad lógica y matemática, el manejo e interpretación de datos, el pensamiento holístico, la elaboración de modelos mentales, la resolución de problemas, y un largo etcétera…, no son sólo para profesionales de la Ciencia y la Tecnología, sino que tienen aplicación universal: ¡Son clave para resolver los problemas del mundo! ¡Son fundamentales para que cada persona sea exitosa!
Sin embargo, aunque la capacidad del ser humano para desarrollarse le es propia e innata, su capacidad se optimiza al facilitar las condiciones para este fin. Algunas condiciones favorables incluyen introducir al individuo en ambientes colaborativos, donde se viven procesos enseñanza-aprendizaje debidamente supervisados y guiados por otros individuos con más experiencia, y donde estos procesos involucran disfrutar del mismo proceso y no sufrirlo. Estos ambientes amigables se encuentran en las Academias: Academias de música, Academias de actuación, Academias de idiomas, y más recientemente ¡Academias de robótica! En todas ellas se aplica cotidianamente las ideas que el pensamiento computacional promueve.
La “Robótica Educativa” desarrolla el “Pensamiento Computacional” para su aplicación universal desde espacios lúdicos como las “Academias de Robótica”.
Al revisar publicaciones especializadas se encuentra que el pensamiento crítico-creativo debe desarrollarse para formar seres autónomos. Su importancia en la educación es evitar la linealidad y la unilateralidad en la resolución de problemas, complementando las habilidades analíticas, creativas y prácticas.
Este pensamiento desarrollado por un individuo particular se desarrolla mejor al ponerse en contraste con los pensamientos desarrollados por otros individuos, valorando y respetando cada pensamiento individual pero apuntando hacia la construcción del pensamiento colectivo. De allí la importancia de los equipos de trabajo en ambientes laborales y académicos, frecuentemente moderados por una persona con más experiencia en el tema.
La potencialidad de los espacios lúdicos es tal, que en ciudades con altos índices de violencia y desocupación juvenil se ha encontrado que la simple disposición de tales espacios ayuda a reducir los índices mencionados. Complementariamente, si además de constituirse como espacios lúdicos se orientan hacia la productividad, los beneficios obtenidos son sostenibles a largo plazo. En algunas ocasiones a estos espacios se les llama “Academias”, en las ocasiones en que la formación suele ser tecnológica se acostumbra llamarlos “Hacklabs” o “Hackspaces”, en muchos ámbitos simplemente se les denomina “Clubes”.
Y para aquellos niños y jóvenes que tienen la fortuna de pertenecer a familias integradas, sin problemas de violencia ni desocupación, las Academias son excelentes complementos a la formación integral que los padres buscan para sus hijos, formando el Pensamiento Computacional de manera lúdica y eficaz.